Los mejores calamares a la romana congelados

Los calamares a la romana congelados son una deliciosa opción para disfrutar en cualquier ocasión. Esta receta clásica de la cocina italiana consiste en calamares rebozados y fritos, dándoles una textura crujiente por fuera y suave por dentro. En este artículo, te contaremos todo lo que necesitas saber sobre los mejores calamares a la romana congelados, desde su origen hasta cómo prepararlos en casa.

Origen de los calamares a la romana congelados. Los calamares a la romana, también conocidos como calamares fritos a la romana, tienen su origen en la región de Lazio, en Italia. Se dice que esta receta proviene de los antiguos romanos, quienes solían freír diferentes tipos de mariscos y pescados en aceite caliente.

Con el paso del tiempo, esta preparación se fue popularizando y hoy en día es una de las opciones más buscadas en los restaurantes italianos de todo el mundo. La versión congelada de los calamares a la romana surgió como una alternativa práctica y conveniente para aquellos que desean disfrutar de esta deliciosa receta en la comodidad de su hogar.

Gracias a la tecnología de congelación, estos calamares mantienen su sabor y textura original, lo que los convierte en una excelente opción para tener siempre a mano en el congelador.

Cómo preparar los mejores calamares a la romana congelados.

Preparar los calamares a la romana congelados es muy sencillo, ya que vienen listos para freír. Lo primero que debes hacer es descongelarlos por completo, ya sea dejándolos en el refrigerador durante varias horas o sumergiéndolos en agua fría durante unos minutos.

Una vez descongelados, debes secarlos muy bien con papel absorbente para eliminar el exceso de agua.

A continuación, puedes preparar una mezcla de harina y especias, como ajo en polvo, pimentón y perejil, para rebozar los calamares.

También puedes optar por una mezcla ya preparada para calamares a la romana que puedes encontrar en el supermercado.

Luego, calienta suficiente aceite en una sartén profunda a fuego medio-alto.

Asegúrate de que el aceite esté bien caliente antes de comenzar a freír los calamares.

Coloca los calamares en la sartén y fríelos por ambos lados hasta que estén dorados y crujientes.

Retíralos del aceite y.